(Entrevista realizada en el año 2004)
- Nombre: Rogelio Casero Abellán
- Grado: Seikenshi - 4º Dan
- Edad: 42 años
- Sección: Axarquía
- Dojo: Club Sensei
- Horario de clases: Martes y Jueves, de 19:30 a 21:00 h.
- ¿Cómo empezaste en el sk?
- Bueno, ya me gustaban las artes marciales desde el año 1973, cuando vi las primeras películas de Bruce Lee y la serie de TV “Kung Fu”; aunque no empecé en el Shorinji Kempo hasta el año 1978 en Granada, tras ver una exhibición en la que había Shorinji Kempo, y que me dejó fascinado.
- ¿Que es lo que te mantiene hoy en la práctica activa?
- Es muy difícil explicar esto. Son muchos los motivos que me unen a la práctica después de 27 años. Básicamente disfruto haciendo Shorinji Kempo, me gusta su filosofía, me aporta salud y equilibrio; además me ha permitido viajar y hacer muchas amistades…
- ¿Cuáles han sido tus maestros?¿qué maestros te han influido en tu estilo de practica?
- Me inicié con John Merlin King, introductor del Shorinji Kempo en España; y después de un año continué con Carlos García hasta el año 98. Aparte me han influido muchos maestros, entre los que destacaría Mitsunobu Ota y Eduardo Narro.
- ¿Que piensas del shorinji kempo español en comparación con el japones?
- El Shorinji Kempo Español es de buena calidad, de tan buena calidad casi como el japonés medio; aunque ellos tienen allí la gente del Hombu y eso es punto y aparte. De todas formas veo aquí maestros bastante buenos, y alumnos no tan buenos. Allí en Japón sigue existiendo una relación maestro-discípulo muy especial, que aquí no existe. Nuestros alumnos son menos esforzados, en general, menos sacrificados, menos perfeccionistas, y quizás les exigimos cada vez menos o les ponemos las cosas más fáciles. A veces los alumnos se creen que todo es cuestión de pasar el rato, hacer las cosas rápido y fuerte, y que todo quede resultón; cuando lo importante es aprender con profundidad y corrección para alcanzar la esencia del arte.
- ¿Que opinas del sistema técnico de sk? ¿puede ser eficaz en la defensa personal real?
- El sistema técnico del Shorinji Kempo es excelente, muy completo, coherente y versátil, aunque no lo abarca absolutamente todo, claro está. Por otra parte, en el Shorinji Kempo, la diferencia entre la técnica estándar y la técnica real es muy pequeña; por lo tanto creo que es un sistema muy efectivo en la realidad. No obstante no debemos olvidar que hay que orientar a los alumnos sobre cómo usar las técnicas en la realidad, es decir cómo adaptarlas ante alguien que no hace un ataque de Shorinji Kempo, y qué variaciones podemos aplicar (no olvidemos que las técnicas son patrones que podemos interpretar, sobre todo en los grados más avanzados). Además habría que insistir en aspectos psicológicos, que son fundamentales en un estilo de defensa personal que pretende ser real y aplicable.
- ¿Es importante para ti la filosofia y la meditación?
- En primer lugar recalcaría que para mí la filosofía y la meditación son cosas diferentes y no necesariamente relacionadas. La meditación es uno de los métodos de practica del Shorinji Kempo, necesario para preparar la mente antes del entrenamiento; mientras que la filosofía concierne al crecimiento personal y a la ética que debemos seguir en nuestro proceder con nosotros mismos y con las personas con las que nos relacionamos dentro y fuera del dojo. En cualquier caso las dos cosas son importantes. Por otra parte creo que el Shorinji Kempo y su filosofía no están separados, y cuando practicas la técnica, aplicas una conducta que está influida por su filosofía. Puedes hacer una técnica queriendo quedar por encima del otro, deseando ser letal, sin piedad ni respeto, usando palabras como destrozar, destruir o vencer; o puedes practicar cooperando con tu compañero, compartiendo tu conocimiento, con tolerancia y agradecimiento, utilizando términos como neutralizar, defender, ayudar... Ésta última es la forma del Shorinji Kempo. Si quitásemos esta actitud a nuestro arte, acabaríamos haciendo otra cosa diferente, incluso a nivel técnico.
- ¿Te ha ayudado el sk en algún aspecto de tú vida?
- Creo que el Shorinji Kempo me ha ayudado a ser mejor persona, más feliz, más seguro… Vamos que si no lo hiciera aún sería peor de lo que soy, con más defectos y menos equilibrado. El Shorinji Kempo no te hace un superhombre invencible, ni un sabio, ni un santo, pero sin duda te hace mejor, más capaz, más competente, más sociable, más tolerante...
- Hoy en día las artes marciales, cuando menos muchas de ellas, tiene un marketing muy importante, como se sobrevive en esta jungla?
- El marketing no me interesa en absoluto. A mi no me importa si saben que existo o no, si la sala está llena de gente o si hay cuatro. Es mejor cuatro que uno, pero en la antigua China, por ejemplo, muchos estilos se transmitían de persona a persona, y se transmitían con mucha fidelidad. Esta característica de la tradición a mí me encanta, y prefiero a cuatro buenos alumnos que a cuarenta que vienen a pasar el rato o a bajar la barriga. Incluso puedo contar que muchas veces tengo la mala costumbre de intentar disuadir a los nuevos alumnos de que hagan Shorinji Kempo, a modo de prueba. De todas formas me gusta que le gente venga a mí por no sé qué extraña coincidencia, más que por que me anuncio en todas las esquinas. El marketing no me interesa, aunque esto no significa que esté en contra de él. Otra cosa es la información, y me gusta que la gente sepa lo que es el Shorinji Kempo con fidelidad y claridad para que no haya malentendidos; por eso escribo en las revistas.
- ¿Cual ha sido tu mayor satisfacción o logro personal dentro del Shorinji Kempo?
- Me han llenado de satisfacción muchas cosas: alcanzar el 1º Dan, representar a España en el Taikai de Londres de 1984, conocer a mi mujer dentro del Shorinji Kempo, conseguir el último grado de 4º Dan, obtener mi propia sección, sentirme integrado en un grupo de buena gente. Además me encanta enseñar, sobre todo a los alumnos inquietos y deseosos de saber; también me satisface conocer y hacer amistades con gente de otros lugares… Todo esto y muchas otras cosas me producen una satisfacción que me hace “adicto” al Shorinji Kempo.
- Para acabar… algo que decir:
- Sí. Yo insistiría a los alumnos en que se esforzasen más, no ya a nivel físico, sino que pusiesen más interés, más voluntad, más humildad… Que practiquen con asiduidad, con avidez por saber, con paciencia y perseverancia, con profundidad, con respeto… La práctica superficial del Shorinji Kempo es una de las cosas que más detesto de entre los defectos que puede uno cometer en la práctica de nuestro arte.